miércoles, 24 de julio de 2013

APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL

APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL. 
ESCUELAS QUE APRENDEN 

Nancy Dixon (1994) expuso que las organizaciones que aprenden "hacen un uso intencional de los procesos de aprendizaje a nivel individual, grupal y del sistema para transformar la organización en modos que satisfacen progresivamente a todos los concernidos"; se puede observar cuatro aspectos centrales: el carácter intencional, cómo debe suceder a todos los niveles organizativos, la auto transformación de la organización y su incidencia en todos los implicados, ya sean internos o externos. 

En este sentido generalizador de la adquisición de conocimientos, no como individuo si no como institución, en el caso educativo, generar nuevas competencias en los docentes, directivos y personal administrativo, incluye no solo la experiencia formativa, si no también que el conjunto de la organización lleve a cabo proyectos conjuntos que contribuyan a aprender, incrementar y utilizar todo el potencial de aprendizaje individual y grupal, en un clima de aprendizaje continuo y de mejora; esta característica es propia de una organización que coloca el aprendizaje como su principal activo y valor; como lo es la organización educativa. 

 Se destaca entonces que el aprendizaje organizacional en la institución educativa no es la suma acumulativa de aprendizajes individuales, tienen que darse densas redes de colaboración entre directivos, docentes, padres y representantes, educandos, pues en ausencia de intercambio de ideas y experiencias, no ocurrirá. 

Como expresa Bolívar, A. (2001) existen cuatro condiciones requeridas para fomentar el aprendizaje organizativo de una escuela, las dos iniciales son: cambios en el entorno, y en la política educativa que se refieren a factores externos; y las dos siguientes son: la experiencia anterior de desarrollo y la historia cultural escolar, que son factores intraorganizativos. A pesar de estas condiciones se debe entender que la clave para el inicio del proceso es que el centro educativo esté inmerso en programas integrados y compartidos de desarrollo; ya que si no hay proyectos de trabajo conjuntos, no hay base para el aprendizaje organizativo. 

Esto supone, una aceptación compartida de visiones y necesidades, que debe ser el punto primero de proceder; y van a ir provocando un cambio en la cultura escolar. El aprendizaje en conjunto, se adquiere en dos niveles: 
(a) Los profesores como aprendices: Si bien sin aprendizaje individual no puede haber aprendizaje institucional, el primero no garantiza el segundo, si no se dan interacciones individuales en las comunidades de práctica. 
(b) El aprendizaje en grupos y equipos: la teoría de la cognición distribuida (Salomon, 1998) explica que cada miembro del grupo se especializa en una función que pasa al grupo, hasta lograr la capacidad total del grupo y el conocimiento se distribuye entre los miembros. 

 En ambos casos la comunicación, el establecimiento de relaciones interpersonales, tener una visión conjunta, poseer identificación institucional, y enfocarse en la calidad con la mejora continua son elementos esenciales tanto como individuos como equipo. Sin embargo en primer plano las instituciones educativas se enfocan en aprender como organización partiendo de las demandas y presiones del entorno, la comunidad, el contexto cambiante actualmente por la globalización; es evidente que una institución educativa no se puede ser insensible a las presiones del entorno, debe cambiar, evolucionar en conjunto para poder afrontar los nuevos retos educativos, si no quieren quedar en el ultimo nivel de calidad educativa. 

En este sentido una institución cerrada al cambio, centrada en lo tradicionalista, no evoluciona; hay una serie de obstáculos que bloquean el aprendizaje de la escuela: rutinización de las prácticas profesionales, descoordinación de los profesionales, burocratización de los cambios, supervisión temerosa, dirección gerencialista, centralización excesiva, masificación de alumnos, desmotivación del profesorado, acción sindical sólo reivindicativa, entre otras. Entiende el autor que el obstáculo clave de la falta de aprendizaje institucional es el cierre (personal, institucional, y estratégico o del sistema), como actitud de no estar abierto a la crítica, a lo nuevo, al aprendizaje. 

Por el contrario una escuela que aprende exige la capacitación, incremento de profesionalidad y crecimiento intelectual de sus miembros, así como su participación en las acciones, si es que en el centro quiere crecer como organización y participar activamente en la mejora de la educación. 

PUBLICADO POR: Amelys Reyes Lugo

Fuentes consultadas: 
BOLÍVAR, A. (2000). Los centros educativos como organizaciones que aprenden. Promesa y realidades. Madrid: La Muralla.
BOLIVAR, A. (2001). Qué dirección es necesaria para promover que una organización aprenda. Organización y Gestión Educativa, Núm. 1.
ESCUDERO, J.M. (2001). La escuela como una organización que aprende: Una contribución a la renovación y mejora de la educación, u otra distración. Organización y Gestión Educativa, Núm. 1.

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