viernes, 19 de julio de 2013

ESTRATEGIAS GERENCIALES EN LA ORGANIZACIÓN EDUCATIVA
Los acelerados cambios derivados de la globalización y  de inserción de la tecnología, los sistemas de información, la economía y política, han conllevado a las organizaciones a desarrollar procesos de transformación que las conduzcan a ser competitivas, sobre todo en calidad para satisfacer al cliente (Soto, 1998). Ante esta perspectiva, las organizaciones en todos los ámbitos se insertan en las tendencias al cambio para adaptarse a los nuevos enfoques gerenciales que les permitan apoyarse en la tecnología, romper la burocracia y la estructura piramidal para lograr acortar los tiempos en la toma de decisiones en función de mayor eficiencia y productividad. En este sentido, las instituciones de educación en toda Venezuela están haciendo un esfuerzo para transformarse y dar respuesta a la contemporaneidad; sin embargo, esto lleva una labor de transformación que no es a corto plazo.
Es este sentido la perspectiva de un gerente o directivo, debe atender que el trabajo del personal no se puede concebir únicamente como la simple ejecución rutinaria de acciones preestablecidas a cumplir en un plazo para recibir un salario, ésta es una concepción mecanicista que debe abandonarse, concibiendo que la capacidad creadora del hombre es la que posibilita innovar, reformar, mejorar, perfeccionar. Por lo que atender y compatibilizar los objetivos, intereses y necesidades tanto individuales como grupales con las institucionales, constituyen los fines y propósitos de una nueva gestión que desee basarse en la calidad.
            Es allí donde radica la importancia del liderazgo en la gerencia educativa, ya que un nuevo enfoque en una organización requiere de una visión diferente, no tradicional, apuntando al cambio, es decir, lo fundamental en la nueva concepción es el constante aprendizaje de todos sus miembros. En el proceso de transformación y cambio de la organización, la alta gerencia cumple con roles importantes como comunicador, negociador, educador, consejero y emprendedor (Rojas, 1999).
Por otra parte, no se trata de abandonar los procesos sistemáticos, muchos estudiosos consideran que el enfoque sistémico ha dado origen a la filosofía y estrategias de la llamada calidad total y a la gestión estratégica, que cada día cobran mayor importancia; por lo que se debe estar consciente de que lo auténticamente sistémico no es algo extinto en la educación y que su concepción no remite a  sistemas mecánicos pues su eficacia está en la interacción con el medio, por la cual los sistemas abiertos se adaptan a las circunstancias del entorno, sin dejar por ello de constituir un todo organizado.
En el ámbito educativo, las instituciones educativas en general son instituciones conservadoras y quienes las gerencian deben liderar el cambio; en la actualidad no se escapan de la necesidad de adoptar nuevos enfoques que les permitan la mejora continua de los educandos que forman, así como hacer de la innovación un proceso sistemático; de allí, la necesidad de transformar sus estructuras en función de los cambios y de acuerdo al entorno (Soto, 1998). Sobre la base de lo señalado anteriormente, estos cambios se gestionan a través de estrategias gerenciales como: la planificación estratégica, calidad total, benchmarking, reingeniería, empowerment entre otros.
En este orden de ideas la planificación estratégica en la organización educativa consiste en la formulación, ejecución y evaluación de acciones que permiten que se logren sus objetivos a partir de la ejecución de un proceso que conlleva 5 tareas, en síntesis  Thompson y Strickland, (1994) las especifican así: Desarrollar un concepto de la organización (misión, visión); transformar la visión en objetivos específicos por resultados; elaborar una estrategia; implantar y poner en práctica la estrategia y finalmente evaluar el resultado.
Además de la planificación por estrategias, se tiene el enfoque sistemático de la calidad total, que significa agregar más valor a los productos y servicios y distinguirlos de la competencia (Deming, 1982); este enfoque va más allá del enfoque tradicional de la calidad solamente basada en las normas, y al cumplimiento de requisitos y características de lo que se ofrece, su interés apunta a una idea estratégica de una permanente atención a las necesidades del usuario, en este caso el educando, manteniendo una comunicación continua con el entorno para el desarrollo de una identificación institucional con todos sus integrantes, su entorno y el logro de los objetivos educacionales basados en la excelencia.
Para Rico (1997), la calidad total debe fortalecerse con otras actividades de carácter estratégico como el benchmarking para obtener información comparativa de las mejoras prácticas del trabajo, además de incorporar el ciclo PHVA referido a planificar, hacer, verificar, actuar. Usualmente esto se aplica con el fin de modernizar, transformar y reestructurar procesos de trabajo a través de la implantación de nuevos diseños de gestión; este último paso de reestructuración es lo que se denomina según Morris y Brandon (1994) reingeniería, que comienza con la determinación de los cambios que ayudarán a alcanzar ventaja competitiva y continúa a través de las diferentes actividades que conducen a cambios reales.
En síntesis, en la actualidad la adopción de nuevas estrategias gerenciales por parte de las instituciones dirigidas a impartir la educación, deben orientar la creación y producción de conocimientos hacia los requerimientos reales del país, considerando los avances acelerados e incidentes del mundo globalizado.

Autora: Rosmerys Rosendo 


Fuentes Consultadas
Kaufman, R. (1977). Planificación de Sistemas Educativos. México.  Trillas.
Lizarraga, L. (1978)    Enfoque Sistemático y Análisis de Sistemas.  
Alvarado, O. (1999). Gestión Educativa. Enfoques y procesos. Universidad de Lima.

Ferrer, T. y Pelekais, C. (2004). Tendencias gerenciales y la gestión universitaria. Revista de Ciencias Sociales.

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