ESTRATEGIAS GERENCIALES
EN LA ORGANIZACIÓN EDUCATIVA
Los
acelerados cambios derivados de la globalización y de inserción de la tecnología, los sistemas de
información, la economía y política, han conllevado a las organizaciones a
desarrollar procesos de transformación que las conduzcan a ser competitivas, sobre
todo en calidad para satisfacer al cliente (Soto, 1998). Ante esta perspectiva,
las organizaciones en todos los ámbitos se insertan en las tendencias al cambio
para adaptarse a los nuevos enfoques gerenciales que les permitan apoyarse en
la tecnología, romper la burocracia y la estructura piramidal para lograr
acortar los tiempos en la toma de decisiones en función de mayor eficiencia y
productividad. En este sentido, las instituciones de educación en toda
Venezuela están haciendo un esfuerzo para transformarse y dar respuesta a la
contemporaneidad; sin embargo, esto lleva una labor de transformación que no es
a corto plazo.
Es
este sentido la perspectiva de un gerente o directivo, debe atender que el
trabajo del personal no se puede concebir únicamente como la simple ejecución
rutinaria de acciones preestablecidas a cumplir en un plazo para recibir un
salario, ésta es una concepción mecanicista que debe abandonarse, concibiendo
que la capacidad creadora del hombre es la que posibilita innovar, reformar,
mejorar, perfeccionar. Por lo que atender y compatibilizar los objetivos,
intereses y necesidades tanto individuales como grupales con las
institucionales, constituyen los fines y propósitos de una nueva gestión que
desee basarse en la calidad.
Es allí donde radica la importancia
del liderazgo en la gerencia educativa, ya que un nuevo enfoque en una
organización requiere de una visión diferente, no tradicional, apuntando al
cambio, es decir, lo fundamental en la nueva concepción es el constante
aprendizaje de todos sus miembros. En el proceso de transformación y cambio de
la organización, la alta gerencia cumple con roles importantes como
comunicador, negociador, educador, consejero y emprendedor (Rojas, 1999).
Por
otra parte, no se trata de abandonar los procesos sistemáticos, muchos
estudiosos consideran que el enfoque sistémico ha dado origen a la filosofía y
estrategias de la llamada calidad total y a la gestión estratégica, que cada
día cobran mayor importancia; por lo que se debe estar consciente de que lo
auténticamente sistémico no es algo extinto en la educación y que su concepción
no remite a sistemas mecánicos pues su
eficacia está en la interacción con el medio, por la cual los sistemas abiertos
se adaptan a las circunstancias del entorno, sin dejar por ello de constituir
un todo organizado.
En
el ámbito educativo, las instituciones educativas en general son instituciones
conservadoras y quienes las gerencian deben liderar el cambio; en la actualidad
no se escapan de la necesidad de adoptar nuevos enfoques que les permitan la
mejora continua de los educandos que forman, así como hacer de la innovación un
proceso sistemático; de allí, la necesidad de transformar sus estructuras en función
de los cambios y de acuerdo al entorno (Soto, 1998). Sobre la base de lo
señalado anteriormente, estos cambios se gestionan a través de estrategias
gerenciales como: la planificación estratégica, calidad total, benchmarking,
reingeniería, empowerment entre otros.
En
este orden de ideas la planificación estratégica en la organización educativa consiste
en la formulación, ejecución y evaluación de acciones que permiten que se logren
sus objetivos a partir de la ejecución de un proceso que conlleva 5 tareas, en
síntesis Thompson y Strickland, (1994)
las especifican así: Desarrollar un concepto de la organización (misión,
visión); transformar la visión en objetivos específicos por resultados;
elaborar una estrategia; implantar y poner en práctica la estrategia y
finalmente evaluar el resultado.
Además
de la planificación por estrategias, se tiene el enfoque sistemático de la calidad
total, que significa agregar más valor a los productos y servicios y
distinguirlos de la competencia (Deming, 1982); este enfoque va más allá del
enfoque tradicional de la calidad solamente basada en las normas, y al cumplimiento
de requisitos y características de lo que se ofrece, su interés apunta a una
idea estratégica de una permanente atención a las necesidades del usuario, en
este caso el educando, manteniendo una comunicación continua con el entorno
para el desarrollo de una identificación institucional con todos sus
integrantes, su entorno y el logro de los objetivos educacionales basados en la
excelencia.
Para
Rico (1997), la calidad total debe fortalecerse con otras actividades de
carácter estratégico como el benchmarking para obtener información comparativa
de las mejoras prácticas del trabajo, además de incorporar el ciclo PHVA referido
a planificar, hacer, verificar, actuar. Usualmente esto se aplica con el fin de
modernizar, transformar y reestructurar procesos de trabajo a través de la
implantación de nuevos diseños de gestión; este último paso de reestructuración
es lo que se denomina según Morris y Brandon (1994) reingeniería, que comienza
con la determinación de los cambios que ayudarán a alcanzar ventaja competitiva
y continúa a través de las diferentes actividades que conducen a cambios reales.
En
síntesis, en la actualidad la adopción de nuevas estrategias gerenciales por
parte de las instituciones dirigidas a impartir la educación, deben orientar la
creación y producción de conocimientos hacia los requerimientos reales del
país, considerando los avances acelerados e incidentes del mundo globalizado.
Autora: Rosmerys Rosendo
Fuentes Consultadas
Kaufman, R. (1977).
Planificación de Sistemas
Educativos. México. Trillas.
Lizarraga, L. (1978) Enfoque Sistemático y Análisis de Sistemas.
Alvarado,
O. (1999). Gestión Educativa. Enfoques y procesos. Universidad de Lima.
Ferrer,
T. y Pelekais, C. (2004). Tendencias gerenciales y la gestión universitaria. Revista
de Ciencias Sociales.
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ResponderEliminarBUENAS TARDES, BUEN MATERIAL, QUE PASA CON LAS COMPAÑERAS???
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